La cúrcuma (Curcuma longa) es una especia proveniente de la India, muy utilizada en su cocina a la cual se le han atribuido numerosos beneficios, incluyendo propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas1,2. El principal componente activo de la cúrcuma y el responsable de su color amarillo, como también de sus beneficios es la curcumina1,2. La curcumina es un polifenol lipofílico, casi insoluble en agua, pero bastante estable en el pH ácido del estómago1. Vamos a conocer cuáles son los efectos de la cúrcuma.
Baja biodisponibilidad
Es importante destacar que la ingestión de curcumina por sí sola no produce los beneficiosos para la salud asociados, debido a su escasa biodisponibilidad. Esta baja biodisponibilidad parece deberse principalmente a una mala absorción y una rápida eliminación.
¿Y si lo combinamos con la pimienta negra?
Sin embargo, existen varios componentes que pueden aumentar su biodisponibilidad, como lo es la piperina, componente activo de la pimienta negra, que se ha visto que cuando se combina en un complejo con curcumina, ésta aumenta su biodisponibilidad en un 2000%. Así, la curcumina combinada con agentes potenciadores proporciona múltiples beneficios para la salud3.
Como hemos comentado, la curcumina parece presentar efectos antiinflamatorios y éstos podrían ser debidos a que la curcumina parece contribuir a eliminar diferentes formas de radicales libres, como especies reactivas de oxígeno y nitrógeno (ROS y RNS, respectivamente), a inhibir las enzimas que generan estas especies reactivas de oxígeno, y a aumentar la actividad sérica de antioxidantes como la superóxido dismutasa (SOD), glutatión (GSH) o la catalasa3.
Por otro lado, el mecanismo de acción de la curcumina como un posible agente antiinflamatorio parece darse a través de muchos mecanismos diferentes. Uno de ellos parece estar relacionado con el bloqueo de la activación del factor nuclear (NF)- kB, que se ve activado por varios estímulos inflamatorios diferentes3.
Otros posibles efectos de la cúrcuma
Adicionalmente, se ha visto que la curcumina parece atenuar varios aspectos del síndrome metabólico, ya que podría mejorar la sensibilidad a la insulina, suprimir la adipogénesis y reducir la presión arterial elevada, la inflamación y el estrés oxidativo. También hay evidencia de que la curcumina podría modular la expresión de genes y la actividad de las enzimas implicadas en el metabolismo de las lipoproteínas, lo que llevaría a una reducción de los triglicéridos y colesterol plasmático y a un aumento de las concentraciones de colesterol HDL3.
Sin embargo, a pesar de la evidencia científica, la Comisión Europea todavía no ha aprobado ninguna declaración de propiedades saludable sobre la curcumina, siendo varias las declaraciones sobre ésta que están pendientes de evaluación.
1 Jurenka J. S. (2009). Anti-inflammatory properties of curcumin, a major constituent of Curcuma longa: a review of preclinical and clinical research. Alternative medicine review : a journal of clinical therapeutic, 14(2), 141–153.
2 Hay, E., Lucariello, A., Contieri, M., Esposito, T., De Luca, A., Guerra, G., & Perna, A. (2019). Therapeutic effects of turmeric in several diseases: An overview. Chemico-biological interactions, 310, 108729. https://doi.org/10.1016/j.cbi.2019.108729
3 Hewlings, S. J., & Kalman, D. S. (2017). Curcumin: A Review of Its’ Effects on Human Health. Foods (Basel, Switzerland), 6(10), 92. https://doi.org/10.3390/foods6100092