El oxígeno es un elemento químico que constituye el aire atmosférico terrestre. Forma parte del agua y de los seres vivos, siendo esencial para el mantenimiento y crecimiento de los seres aeróbicos1. Se han realizado algunas investigaciones sobre si puede considerarse el oxígeno para el tratamiento de la obesidad2.
Recientemente, investigadores han situado este gas en el punto de mira, planteando el debate de que se considere al oxígeno como un nutriente esencial más1.
El oxígeno es esencial para nuestro organismo, al igual que los nutrientes que consumimos. La explicación de por qué el oxígeno no se considera habitualmente como un nutriente, es por la ruta por la que ingresa al cuerpo, a través de los pulmones en los seres humanos y no a través de la boca y del tracto gastrointestinal1.
Pero cumple funciones importantes. Sin oxígeno, la respiración mitocondrial y la fosforilación oxidativa no pueden ocurrir. En altitud o durante el buceo en profundidad, la disponibilidad de oxígeno se ve afectada. A nivel molecular, las células se adaptan a la deficiencia de oxígeno al pasar del metabolismo oxidativo a la glicólisis anaeróbica1.
Varios estudios plantean si puede considerarse el oxígeno para el tratamiento de la obesidad. Han demostrado una oxigenación patológica (exceso/deficiencia de oxígeno) sobre el tejido adiposo en personas obesas2.
El exceso de peso corporal se acompaña normalmente de un estado de inflamación crónica de bajo grado. La inflamación es una respuesta biológica de los tejidos para combatir los estímulos dañinos para mantener la homeostasis celular. Se cree que la presión parcial de oxígeno anormal que se produce en el tejido adiposo, desencadena procesos inflamatorios2.
La oxigenación hiperbárica ha demostrado tener efectos beneficiosos. Además de mejorar la oxigenación de los tejidos, es promotora de la angiogénesis, facilita la captación de la glucosa y modula el apetito, entre otros.
Por ello, el oxígeno se emplea en medicina moderna para el tratamiento de diferentes enfermedades con componentes inflamatorios, como puede ser la obesidad2.
La obesidad es una de las enfermedades identificadas dentro del síndrome metabólico. La conexión entre factores ambientales y el desarrollo de síndrome metabólico sigue sin entenderse del todo3.
Un estudio realizado en la cohorte del proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra) evaluó la asociación entre altitud geográfica y la incidencia del síndrome metabólico3.
Determinaron que vivir a una mayor altitud se asoció con un menor riesgo de desarrollar síndrome metabólico. Sin embargo, estos resultados necesitan estudios futuros con mayor tamaño de muestra, mayores altitudes y periodos de seguimiento más largos3.
La pregunta de si debería considerarse al oxígeno como un nutriente esencial queda en el aire. Lo que está claro es que no podemos dejar pasar las potenciales oportunidades terapéuticas de este elemento vital.
1 Trayhurn P. Oxygen – the forgotten nutrient. J Nutr Sci. 2017 Sep 4;6:e47. doi: 10.1017/jns.2017.53. PMID: 29152251; PMCID: PMC5672318.
2 González-Muniesa P, Garcia-Gerique L, Quintero P, Arriaza S, Lopez-Pascual A, Martinez JA. Effects of Hyperoxia on Oxygen-Related Inflammation with a Focus on Obesity. Oxid Med Cell Longev. 2015;2015:8957827. doi: 10.1155/2016/8957827. Epub 2015 Dec 1. PMID: 26697142; PMCID: PMC4678090.
3 Lopez-Pascual A, Bes-Rastrollo M, Sayón-Orea C, Perez-Cornago A, Díaz-Gutiérrez J, Pons JJ, Martínez-González MA, González-Muniesa P, Martínez JA. Living at a Geographically Higher Elevation Is Associated with Lower Risk of Metabolic Syndrome: Prospective Analysis of the SUN Cohort. Front Physiol. 2017 Jan 4;7:658. doi: 10.3389/fphys.2016.00658. PMID: 28101063; PMCID: PMC5209344.
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