A la hora de tomar la decisión de llevar una dieta saludable cuando se tiene diabetes, es importante previamente saber identificar y clasificar los tipos de diabetes mellitus como son el tipo I, II, Lada, gestacional, entre otros.
Diferenciar la existencia de múltiples tipos es prioritario y necesario con el fin de adoptar medidas acordes al mecanismo de acción de la enfermedad y su respuesta, ajustando la parte farmacológica y la intervención nutricional.
Precauciones a tener en cuenta
Se debe aclarar y ser preciso en la importancia de mantener un perfil saludable en el paciente diabético. Es fundamental controlar los valores de glucemia dentro de rangos que impidan la evolución y progresión negativa de la enfermedad. El dominio de la ingesta programada y mezcla de alimentos para disminuir el impacto de las postpandrial (3-4h) dará confianza y seguridad al paciente y una mejora en las glucemias a largo plazo.
Debemos saber que el autocuidado se muestra como el mejor método para el control glucémico. Sin embargo, la formación grupal ha demostrado mayores logros frente a la individual.
Las dietas en la diabetes
Las dietas bajas en carbohidratos han generado mucha controversia. Actualmente los nuevos estudios han demostrado una mejora en el control de la diabetes mellitus. Está demostrado que es más importante la calidad del carbohidrato que la cantidad de este. La ingesta de hidratos de carbono de alto contenido en fibra, de impacto lento y grano entero es beneficioso para el control de glucemias postpandriales dentro de rango.
El seguimiento de la modalidad nutricional FOODMAP ha mejorado la sintomatología de enfermedades de carácter inflamatorio y auto inmune, adyacentes en muchos casos a la diabetes mellitus.
Las dietas bajas en hidratos de carbono poseen efecto beneficioso sobre los triglicéridos y las concentraciones de colesterol HDL. Dietas altas en azúcares, aumentan la inflamación crónica siendo perjudiciales en las enfermedades autoinmunes.
Por otro lado, se genera un incremento de la obesidad, mediante un aumento del tanto por ciento de grasa acumulada, así como empeoramiento del perfil lipídico. La fructosa añadida ha demostrado ser igual de perjudicial que la sacarosa a pesar de contener menor índice glucémico.
Factores determinantes para la alimentación
Las técnicas culinarias son un factor determinante a la hora de manejar la alimentación en diabetes. Las materias primas según su tipo de intervención durante la preparación cambian su comportamiento pudiendo provocar efectos deseados o indeseados en las glucemias.
La modulación del punto de cocción, reacción de Maillard, inulina o la retrogradación del almidón serán factores fácilmente aplicables y controlables para el paciente. El uso de almidón resistente puede mejorar la glucosa y la insulina en ayunas, la resistencia a la insulina y la sensibilidad, especialmente en diabéticos con sobrepeso u obesidad.
¿Qué debe saber una persona con diabetes?
El etiquetado y conocimiento básico de la composición nutricional por parte del paciente con diabetes influye directamente a corto y largo plazo en sus objetivos glucémicos, así como en el control y desarrollo de otras enfermedades adyacentes como hipercolesterolemia, hipertensión arterial y obesidad.
Es necesario el reconocimiento de los distintos nombres adjudicados al azúcar añadido en la fabricación industrial, así como el impacto de este unido a grasas y otros ingredientes a largo plazo en la salud del paciente diabético.