Esta es una duda que surge a la hora de intentar reducir nuestra huella en el mundo. Para muchos, los alimentos orgánicos son buenos para el planeta y su consumo supone ayudar a que la contaminación del medio ambiente sea menor.
¿Qué nos cuentan los expertos?
Según el Dr. José Miguel Mulet, biólogo y divulgador científico, “una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero son la agricultura y la ganadería. Por lo tanto, nuestras decisiones a la hora de alimentarnos pueden tener un impacto significativo para reducir nuestra huella en el planeta”1.
De igual forma, Mulet comparte que no solo el saber escoger los alimentos es necesario, pues hay que evitar desperdiciarlos y saber en qué temporada consumirlos. En 2019, la revista The Lancet publicó un estudio donde daba a conocer la importancia de una dieta equilibrada y pensada para el bien personal y del medio ambiente2. Analizaba qué alimentos consumir dependiendo de varios factores, como la salud, la época, el clima, la emisión de gases de efecto invernadero o la biodiversidad de los alimentos.
Sin embargo, no es fácil encontrar una solución universal ya que en cada región del planeta existen unas características funcionales diferentes. No es lo mismo consumir un tomate en Almería, que supone un impacto ambiental muy bajo, a consumir un tomate en Estocolmo, que necesita calefacción todo el año.
Ecología orgánica a futuro
En Europa, para que un alimento se pueda clasificar como ecológico, es necesario que la producción del alimento haya sido acorde al reglamento de producción ecológico que regula el tipo de materias y producción que se utiliza3.
¿La alimentación orgánica es, entonces, buena para el medio ambiente?
Ahora nos encontramos frente a un debate sobre si los alimentos ecológicos son o no favorables.
Para Ivanka Puigdueta, doctora en cambio climático, y Alberto Sanz, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid, “se estima que desde inicios del siglo pasado la abundancia de especies nativas se ha visto reducida en un 20% a nivel global. Esto es en gran medida por la sobreexplotación y degradación de los ecosistemas derivadas de la producción agroalimentaria”4.
Ante lo anteriormente mencionado, nos encontramos con pérdidas que suponen una amenaza para los cultivos. La disminución de especies polinizadoras pone en riesgo la agricultura y de esta forma disminuye la producción a un límite de que futuras generaciones se vean en la obligación de consumir alimentos sustitutos.
1 La comida ecológica a debate: por qué puede no ser mejor para el planeta (2020, septiembre 06). Acceso 21 de septiembre 2020. Disponible en: https://www.elespanol.com/ciencia/medio-ambiente/20200906/comida-ecologica-debate-puede-no-mejor-planeta/517449109_0.html
2 EAT-Lancet Commission Summary Report (2019). Acceso 21 de septiembre 2020. Disponible en: https://eatforum.org/content/uploads/2019/07/EAT-Lancet_Commission_Summary_Report_Spanish.pdf
3 REGLAMENTO (UE) 2018/848 DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO (2018, mayo 30). Acceso 21 de septiembre 2020. Disponible en: https://www.boe.es/doue/2018/150/L00001-00092.pdf
4 ¿Podemos mejorar el planeta desde la alimentación? (2020, agosto 18). Acceso 21 de septiembre de 2020. Disponible en: https://theconversation.com/podemos-mejorar-el-planeta-desde-la-alimentacion-144439