La EFSA ha actualizado la evaluación de la seguridad del aditivo, tras la petición realizada por la Comisión Europea en Marzo de 20201.
Particularidades del dióxido de titanio
El dióxido de titanio (E171) es un colorante alimentario. Su función tecnológica es conseguir que los alimentos sean más atractivos visualmente, dar color a algunos alimentos o devolverles su aspecto original1. Este aditivo está autorizado en la Unión Europea de acuerdo con el Reglamento (CE) nº 1333/2008 sobre aditivos alimentarios1.
¿Para qué es utilizado?
Es utilizado para aportar el color blanco a productos de confitería (como las golosinas, chicles…). Además de utilizarse en la elaboración de productos de panadería y salsas. También se emplea en la elaboración de pinturas, medicamentos y cosméticos2.
La Comisión Técnica de Aditivos y Aromas Alimentarios (FAF) de la EFSA, ha declarado que el dióxido de titanio (E171), tras evaluación de todos los estudios y datos científicos disponibles, ya no puede considerarse seguro como aditivo alimentario. Uno de los motivos principales es la imposibilidad de descartar la genotoxicidad tras el consumo de partículas de dióxido de titanio que podrían acumularse en el organismo1.
Al no considerarse seguro, no puede establecerse una ingesta diaria admisible (IDA) para el E1711.
¿Qué alimentos contienen dióxido de titanio?
Las principales categorías de alimentos en las que podemos encontrar ese aditivo son: productos de panadería fina, sopas, caldos, salsas, ensaladas y pastas saladas para bocadillos entre otros1.
¿Cuáles son las conclusiones del dictamen de la EFSA?
El dictamen completo de la EFSA, sobre la actualización de la evaluación de la seguridad del dióxido de titanio como aditivo alimentario, está basado en nueva evidencia científica considerada por el Panel como fiable, incluyendo los datos obtenidos con nanopartículas de dióxido de titanio y datos de un estudio de toxicidad reproductiva de una generación (EOGRT)2.
El Panel concluyó que aunque la absorción gastrointestinal de las partículas del colorante alimentario es baja, pueden acumularse en el cuerpo3.
Las observaciones sobre la inmunotoxicidad e inflamación con dióxido de titanio y neurotoxicidad potencial, pueden demostrar efectos adversos. Con respecto a la genotoxicidad, el Panel concluyó que las partículas de dióxido de titanio tienen el potencial de inducir roturas de cadenas de ADN. Además pueden producir daño cromosómico, pero no mutaciones genéticas3. Teniendo en cuenta toda la evidencia disponible, no se pudo descartar una preocupación por la genotoxicidad. Dadas las muchas incertidumbres, el Panel concluyó que el E171 ya no puede considerarse seguro cuando se usa como aditivo alimentario.
1 Agencias Española de Alimentación y Nutrición. Evaluación de la seguridad del dióxido de titanio (E171) como aditivo alimentario. 6 de mayo; 2021 p. https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/noticias_y_actualizaciones/noticias/2021/revision_aditivo_E171.htm
2 European Food Safety Authority. Dióxido de titanio: el uso como aditivo alimentario de E171 ya no se considera seguro. 6 mayo 2021; 2021 p. https://www.efsa.europa.eu/es/news/titanium-dioxide-e171-no-longer-considered-safe-when-used-food-additive
3 European Food Safety Authority. Safety assessment of titanium dioxide (E171) as a food additive. 6 de mayo; 2021 p. https://www.efsa.europa.eu/en/efsajournal/pub/6585