La necesidad del envasado inteligente
Una tercera parte de la comida que se produce en el mundo acaba desperdiciándose, especialmente a nivel doméstico. El gran desperdicio alimentario produce un gasto innecesario, no solo de comida, sino también de los recursos necesarios para producirla: agua, energía, tierra de cultivo…1. Además, todos los años, un gran número de personas enferma a causa de intoxicaciones alimentarias fruto del consumo de alimentos en mal estado o contaminados2. De esta forma, surge la necesidad de aumentar la vida útil de los alimentos y mejorar la seguridad y calidad alimentaria que ha culminado con el desarrollo de una nueva forma de envasado activo e inteligente (cuya fabricación y uso está regulada, a nivel europeo, por los Reglamentos (CE) N.º 1935/2004 y N.º 450/2009).
¿Qué son los envases activos e inteligentes?
Los envases activos se han diseñado para aumentar la vida útil y/o mantener y mejorar las condiciones de los alimentos envasados (ya sea por absorción de sustancias que se producen en los propios alimentos o liberación de componentes antimicrobianos, antioxidantes…)3. Así surge Nano-Pack, un proyecto financiado por la EU iniciado en enero de 2017 que finaliza en 2020. El objetivo de éste proyecto fue crear nuevos materiales para envasar los productos alimenticios permitiendo aumentar su tiempo de conservación, lo que asegurará su frescura e inocuidad durante más tiempo y evitará brotes de enfermedades transmitidas por alimentos. Además, también contribuirá a la reducción del desperdicio de alimentos4.
Por otro lado, los envases inteligentes monitorizan las características del alimento durante el tiempo de conservación, informando al consumidor de las condiciones que ha seguido durante su transporte y almacenaje. Estos envases utilizan sistemas colorimétricos (visuales), de fácil interpretación. Dentro de este tipo de envases encontramos5:
- Indicadores de tiempo y temperatura. Funcionan a través de reacciones químicas o enzimáticas que son dependientes de los factores tiempo y temperatura e informan sobre cambios, respecto a estos dos parámetros, que ha sufrido el alimento envasado durante su transporte y almacenaje. La premisa que subyace a estos indicadores es que, a mayor temperatura, menor es la vida útil de un alimento ya que las reacciones químicas, bioquímicas y de crecimiento microbiano ocurren a mayor velocidad.
- Indicadores de estanqueidad (detectores de fugas). Estos indicadores (como el azul de metileno), cambian de color cuando la composición de la atmósfera del alimento envasado varía poniendo en riesgo la calidad y seguridad alimentaria.
- Indicadores de humedad, como el cloruro de cobalto o el cloruro de cobre, que cambian de color con la variación de humedad en el envase.
- Indicadores de frescura. Se emplean indicadores de metabolitos volátiles que se producen en el deterioro del alimento o indicadores de contaminación microbiana.
1 FAO (2011). Global food losses and food waste – Extent, causes and prevention. Rome. http://www.fao.org/3/a-i2697e.pdf
2 FAO (2019). FAO’s work on food safety. http://www.fao.org/publications/highlights-detail/en/c/1180272/
3 REGLAMENTO (CE) No 450/2009 DE LA COMISIÓN de 29 de mayo de 2009 sobre materiales y objetos activos e inteligentes destinados a entrar en contacto con alimentos. Disponible en: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:32009R0450&from=EN
4 NanoPack [Internet]. The NanoPack Project. [9 de octubre de 2019]. Disponible en: https://www.nanopack.eu
5 Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). (2010). Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en relación a los envases activos e inteligentes. Revista del Comité Científico, 13. Disponible en: http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/seguridad_alimentaria/evaluacion_riesgos/informes_comite/ENVASES_ACTIVOS_INTELIGENTES.pdf