La alimentación de un recién nacido y el prematuro es un factor clave para determinar un crecimiento adecuado. Además, ésta también influye sobre su desarrollo neurológico y su perfil metabólico en la edad adulta.
Para poder proporcionar la alimentación más adecuada para cada recién nacido es necesario distinguir varios subgrupos. Estos se dividen según su peso al nacimiento y la edad de gestación.
Los grupos con mayor vulnerabilidad son:
- Los menores de 32 semanas y/o 1500 g
- Los menores de 28 semanas y/o 1000g
¿Cómo iniciar el soporte nutricional del gran prematuro?
Cuando un bebé es prematuro el aporte de nutrientes se ve interrumpido, siendo necesario restaurar la infusión de nutrientes para permitir el crecimiento del bebé. El objetivo es conseguir que sea lo más parecido posible a como lo haría si todavía estuviese dentro del útero de su madre.
Por esta razón es recomendable introducir desde el día 0 una alimentación que garantice como mínimo el aporte de 1,5g/Kg por día. Así, se evitará el catabolismo celular y la restricción de crecimiento después del nacimiento. Sin embargo, el objetivo de esta alimentación a medio plazo será alcanzar un óptimo crecimiento mediante la alimentación enteral exclusiva.
Nutrición enteral en el recién nacido prematuro
El inicio de una nutrición enteral mínima y administrada de manera temprana, favorecerá el establecimiento de una microbiota saludable. Además, evitará la atrofia y facilitará la maduración intestinal, imprescindible para llevar una adecuada tolerancia digestiva.
La clave está en la leche materna, cuyo empleo se asocia a una reducción en la incidencia de enterocolitis necrotizante, displasia broncopulmonar y a un menor riesgo cardiovascular a largo plazo.
Sin embargo, en caso de que la madre no pueda proveer leche materna, la leche humana pasteurizada proveniente de los bancos de leche, es la mejor opción para alimentar al recién nacido prematuro.
Ahora bien, si el bebé nace con menos de 32 semanas o un peso inferior a 1800g, es necesario añadir a la dieta de leche materna una fuente de fortificación adicional.
Adicionalmente, es fundamental prestarle atención a la estimulación oral que permite mejorar las habilidades de succión y alimentación en los lactantes prematuros. Así, se ayudará a que el tiempo de transición de la alimentación vía sonda sea más corta y pueda empezar a alimentarse por boca y así reducir el tiempo de hospitalización.