El trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una condición del neurodesarrollo, la alimentación juega un papel crucial en el tratamiento de los síntomas.
En los niños pequeños, se empiezan a observar trastornos alimentarios habitualmente entre los 0 y 6 años, y son mucho más frecuentes antes de los 3 años.
La alimentación de un recién nacido y el prematuro es un factor clave para determinar un crecimiento adecuado. Además, ésta también influye sobre su desarrollo neurológico y su perfil metabólico en la edad adulta.
Con esta técnica, los padres deciden qué alimentos ofrecer, pero es el bebé quien dirige su proceso de cambio hacia una alimentación variada (Baby Led Weaning).
